viernes, 2 de diciembre de 2011

Nutrir a nuestros hijos: no sólo es cuestión de comida

Creo que una de las cuestiones cotidianas que más preocupa a las madres y padres de hoy es la alimentación de sus hijos.
Es bastante común escuchar cosas como "Mi hijo no come bien" o "come muy poco", "le tengo que entretener para que coma", etc.
Para muchas madres y padres el momento de las comidas se convierte en una batalla campal en la que habremos ganado si logramos que el niño se coma, al menos, medio plato.
Es muy fácil caer en estos métodos si nos quedamos con que Nutrición sólo tiene que ver con comida. Y también es fácil desesperarse, pues los niños tienen una manera tan fluctuante de comer: unos días se comen cualquier cosa y durante otros muchos no quieren nada de lo que les ofrecemos...


La nutrición está íntimamente relacionada con los aspectos emocionales.

En mi opinión, Laura Gutman (www.lauragutman.com.ar) ilustra muy bien este tema. Cito a continuación unos párrafos suyos, extraídos de su libro La familia Ilustrada:

"El acto de comer es una cuestión de comunicación y de entendimiento. Si somos felices estando juntos, el niño comerá simplemente cualquier alimento natural. Si la tristeza, la ira, el miedo, la angustia y los enojos acumulados llenan nuestra vida, no comerá. El niño sentirá que no puede "incorporar" nada, porque si abre su estómago, se llenará también de sentimientos negativos, de desesperanza y de angustia."

Incluyo a continuación un extracto de un artículo de Titània, de la cooperativa Tascó (www.titania-tasco.com). El artículo tiene por título Apuntes sobre la alimentación del bebé y el niño:

"No solo de pan vive el hombre. Y mucho menos un bebé. Es decir, que por muy bien que le alimentes y te preocupes por este aspecto, eso nunca suplirá la necesidad primordial y esencial del bebé: Afecto, Cariño, Amor.
Hay muchos modos de hacerle llegar al bebé el afecto, pero fundamentalmente hay uno muy directo, al cual es muy receptivo: la piel. Acaríciale, masajéale, tócale, aliméntale a través de la piel, que te/os sienta a través de todo su cuerpo, que en este momento está completamente abierto y receptivo.
Aunque no hable, el bebé capta la modulación de la voz y la palabra. Háblale, cántale, explícale cuentos, háblale de tí, de él/ella, de vosotros, comunícate. Él/ella recibe también tu afecto y tu cercanía a través de la voz. No se la escatimes, también puede ser un buen interlocutor para tí.
Él/ella se alimenta también del sol, luz, aire, agua. Con mesura pero sin miedo, mantenlo en contacto con todas esas energías, que su contacto con el mundo sea directo y sensitivo desde el principio."

Yo añadiría que los bebés y niños se alimentan también de juego, de actividades que les procuren diversión y alegría.




Por supuesto que es primordial que las madres y padres nos ocupemos en que nuestros hijos e hijas se alimenten de forma equilibrada, sana, animarles a sentir la comida como un placer, que nutran su cuerpo físico; pero además es importante nutrir su cuerpo emocional, que tengan bufete libre de Amor y Felicidad.

Para mí ha sido maravilloso hacerme consciente de que al acariciar, mirar, sonreír, contar cuentos, cantar o abrazar a mi hija Anaël también la estoy alimentando. Pues como dice Laura Gutman en su libro La revolución de las madres, "nos nutrimos de pan y de amor".


Clara

1 comentario:

  1. Estoy tan de acuerdo contigo...Me parece muy acertado este comentario y pienso que la alimentación sana de los niños es la base de su salud...No hay salud si no hay buena alimentación y en ella incluyo todas esas caricias, besos, juegos, intercambios, canciones, risas, en definitiva amor y armonía...Gracias de nuevo por este comentario tan acertado.

    ResponderEliminar